la apariencia de lo real siempre se nos presenta con fisuras,
con alteraciones y dudas
El fantasma sería, así, lo que en definitiva es más real que la realidad misma, lo Real mismo insoportable, una posición ciertamente inhabitable
la fantasmal representación del mundo
cuando ya no quedaba un mundo que diese sentido a la representación.
Una inminencia que evoca la voluntad inagotable de insistir que tiene lo real
establece, entonces, el desorden; abre un espacio y un periodo de vértigo y discontinuidad
Porque el Ser, quizás, no tenga otro objetivo o sentido que su desplazamiento,
su despliegue, la dispersión, su re-descomposición.
el cuerpo ausentado del mundo puede aparecer en una plenitud quizás nunca vista.
De este modo, si él es el camino que conduce al reverso del mundo,
el resto incomprensible de la realidad.
Pero ese resto oscuro que la razón no puede disolver
linda con eso inhóspito que se resiste y que nos constituye
La operación espectral consiste, por tanto, en una interrupción del sentido, para que una nueva redimensión de éste pueda tener lugar.
Alberto Ruiz de Samaniego
Ser y no ser, esa es la cuestión
imagen: Dorothée Smith (Bodies that matter)