- una reorientación de todo el pensamiento se volverá necesaria al mismo tiempo que cierto desvarío por derecho lo penetra.
Hasta la cuestión misma de «orientarse en el pensamiento» cambia de sentido.
- el error sería, a su manera, una oportunidad. Da (el) tiempo. Hace falta, pues, el «hace falta» de la falta, y que la adecuación siga siendo imposible
- sería como un nacimiento monstruoso, una procedencia «imposible»
- ¿inasequible? En todo caso, inalcanzado. Y en cuanto inalcanzado, también desconocido. Por consiguiente, tampoco puede ser consolador, ni redentor o liberador, ni obligante: ¿a qué podría obligarnos algo desconocido?