El deseo es deseo de la presencia. Es el bien y lo deseable supremo
pertenece a la huella borrarse a sí misma, hurtar ella misma lo que podría mantenerla en presencia
No hay nada, ni en los elementos ni en el sistema, simplemente presente o ausente. No hay, de parte a parte, más que diferencias y trazas de trazas
La intra-temporalidad sería ese medio homogéneo en el cual se cuenta y se organiza el movimiento de la existencia cotidiana.
Después de todo, cada vez que algo sucede, hasta en la experiencia cotidiana más trivial, hay una parte de acontecimiento y de imprevisibilidad singular: cada instante marca un acontecimiento,
“Cree en lo que te digo igual que se cree en un milagro”.
(fragmentos de diversos textos de Jacques Derrida)